Fue algo inédito en la parroquia: Flamenco en estado puro. Acostumbrados como estamos a conciertos clásicos, o a coros rocieros, o, incluso, a coros de estilo más actual, lo de la noche del viernes 16 fue un abrirse a la sensibilidad de un pueblo, el gitano, que vive y se expresa de esta forma tan única.
Tambien fue además un regalo, que entre Juan Zambrano (amigo de la parroquia y hermano de la Estrella) y Ricardo Miño (guitarrista excepcional y ya también amigo) ofrecieron a la parroquia con el único interés de contribuir a recaudar fondos para la limpieza del retablo mayor, que está en condiciones verdaderamente deplorables.
Como decimos, fue una noche memorable, en la que un ramillete de artistas de lo más granado nos ofreció algo más que un gran concierto. Hubo de todo: cantos para acompañar la liturgia eucarística, música de fusión (sitar y guitarra), algún villancico y, cómo no, unas sevillanitas que pusieron el broche de final a un encuentro en el que, al final, lo mejor fue la vivencia inolvidable del buen hacer de los participantes… ¡Ah! Sin olvidarnos de que la recaudación (fruto de la asistencia) fue también generosa.
Eucaristía final de curso
El jueves, día 15, nos reunimos los distintos grupos de la Parroquia para celebrar, en sinodalidad, la Eucaristía de final de curso, presidida por fray Javier, nuestro párroco que, como siempre, estuvo cercano a cada uno de los participantes.